Las
órdenes de su jefe habían quedado suficientemente claras. “Hemos sobrepasado el
presupuesto pro-bono de este año. La
Justicia no es gratuita, el que quiera una buena defensa tiene que pagarla.”
Aquellas
palabras resonaban en su cabeza una y otra vez. Se había licenciado cum laude en una de las mejores
universidades del país gracias a una beca. Los más prestigiosos despachos no
tardaron en llamar a su puerta.
Pero
no era feliz. No podía entender que hubiera personas que no pudieran reclamar
sus derechos por el simple hecho de no poder pagarlos.
Miró
los expedientes que habían quedado arrinconados en su estantería y lo tuvo
claro. Dejaría el despacho, abriría uno más modesto y lucharía por conseguir un
Turno de Oficio que permitiera a los todos los ciudadanos acceder a la
Justicia.
Hoy
tiene en sus manos un Manifiesto, lágrimas silenciosas caen por sus ancianas
mejillas mientras lo lee.Este relato es mi apuesta en el VI Concurso de Microrrelatos sobre Abogados en el mes de Julio. El relato debe tener una extensión máxima de 150 palabras y contener obligatoriamente cinco palabras que el Comité de Selección indica. Para el mes de julio las palabras seleccionadas fueron: DEFENSA-TURNO-OFICIO-JUSTICIA-GRATUITIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario