viernes, 30 de agosto de 2013

EL ÚLTIMO PASAJERO, de Manel Loureiro

Título: EL ÚLTIMO PASAJERO
Autor: Manel Loureiro
Editorial: Planeta
Páginas: 447

Tengo la costumbre, no sé si calificarlo incluso de manía, de descubrir un nuevo autor cada vez que visito la Feria del Libro de Madrid. Me gusta recorrer las casetas que forman ese magnífico escaparate de libros; disfruto adquiriendo ejemplares de todo tipo, principalmente aquellos  cuyo autor ya me cautivó con alguna obra anterior, o los que han llamado mi atención por alguna crítica que he leído de antemano; asimismo, me gusta acercarme a aquellas casetas en las que presentan sus libros autores para mí, hasta entonces, desconocidos.




Es el caso de Manel Loureiro. No es un autor novel, ni ésta es su primera novela, sin embargo, tengo que confesar que nunca había leído nada suyo, ni siquiera había escuchado antes su nombre. Ahora sé que es, además de escritor, abogado y que ha trabajado como presentador, guionista y colaborador en diferentes medios de comunicación.



Lo primero que me llamó la atención fue el título, El último pasajero, que invita a imaginar que será una novela de misterio. Y sí, no me equivoqué. Todo comienza en agosto de 1939 cuando un buque de transporte, el Past of Ballester, encuentra en el océano un enorme trasatlántico, el Valkirie, a la deriva en medio de un espeso y nada tranquilizador banco de niebla, y lo remolca a puerto. Lo sorprendente es que a bordo sólo queda un bebé.
Setenta años después, un afamado hombre de negocios decide repetir minuto a minuto su última travesía para esclarecer qué ocurrió en esa noche fatídica en la que el barco quedó a la deriva. Y es ahí donde entra en juego su protagonista, Kate Kilroy, una joven periodista que ha sufrido, recientemente, la muerte de su marido, Robert. Para evadirse y comenzar con una rutina que la ayude a superar esa pérdida reanuda su trabajo y así será la encargada de realizar la investigación sobre los misteriosos acontecimientos que rodean la trayectoria del viaje, y será su dueño actual, un millonario judío, Isaac Feldman, quien le ofrezca subir a bordo para revivir el viaje inicial.
Una vez en el barco los protagonistas ya no podrán escapar, y el lector tampoco. Uno de los grandes aciertos de Manel es crear un ambiente asfixiante, opresivo, entre el terror psicológico y el misterio, con una descripción muy completa del interior del barco. Intuyo que el autor ha realizado una exhaustiva documentación que se refleja en unas impresionantes descripciones, principalmente cuando Kate revive momentos del primer viaje del Valkirie.
He descubierto con esta lectura una narración, ágil, dinámica, que capta la atención del lector y mantiene la intriga, aunque también es cierto que hay momentos, sobre todo en el interior del barco, en los que la trama decae pero la maestría del autor consigue que se superen con algún momento de acción protagonizado por unos personajes bien definidos.

En conclusión, una obra recomendable que engancha desde el primer momento, aunque puede flojear en algún momento, el autor con su escritura magistral consigue mantener la intriga hasta el final.

Por ello, solo puedo decir que me alegro de haberme parado en esa caseta de la Feria del Libro y haber adquirido un ejemplar de El último pasajero

domingo, 25 de agosto de 2013

ENTRA EN MI VIDA, de Clara Sánchez

Título: ENTRA EN MI VIDA
Autora: Clara Sánchez
Editorial: Destino
Páginas: 475

“En el último estante del armario de mis padres había una cartera de piel de cocodrilo envuelta en una manta que nunca se usaba. Para cogerla tenía que traer la escalera de aluminio desde el tendedero y subirme a lo más alto. Pero antes debía buscar la llavecita con que se abría la cartera entre los pendientes, pulseras y anillos del joyero de mi madre.”

Así comienza esta novela de Clara Sánchez que ya, desde las primeras, líneas atrapa al lector mostrando uno de los elementos decisivos en su historia, esa cartera de piel de cocodrilo. En ella Verónica, que apenas cuenta diez años, descubre una fotografía de una niña que ella no conoce pero de la que presiente, es mejor no preguntar. Por lo demás, Verónica vive en Madrid con su familia, formada por su padre, su madre y un hermano menor. En casa se viven situaciones que Verónica no llega a comprender, principalmente el temor de su madre a perder a cualquiera de sus hijos. Posteriormente Verónica descubrirá el porqué de ese comportamiento de su madre, así como la relación entre esa forma de actuar y la fotografía encontrada en la cartera de piel de cocodrilo.

Por otro lado encontramos a Laura, una adolescente que compagina su trabajo en la zapatería de la familia con su trabajo como profesora de ballet. Laura vive con su madre, Greta, quien no ha ejercido nunca como tal sin apenas preocuparse por ella, y su abuela Lilí, mujer dominante, absorbente, que ha ejercido el papel de madre en las ausencias de Greta.

Las vidas de Verónica y Laura se entrecruzan cuando la primera, mientras cuida de su madre gravemente enferma, empieza a sospechar e investigar quién era aquella niña de la foto que su madre guardaba en el último estante del armario. Sale así a la luz un suceso del pasado que cambió radicalmente la vida de sus protagonistas y que está marcado por manipulaciones,  mentiras, falsedad, engaños, etc.

Me parece muy interesante el uso de la primera persona para transmitir al lector los sentimientos, temores, sensaciones, miedos, dudas,... de las protagonistas. Me parece un acierto que cada uno de los capítulos, relativamente cortos, esté dedicado a cada una de las protagonistas, alternándose, lo que ayuda a que sea una lectura dinámica y que las historias de Laura y Verónica transcurran de forma lineal.

El tema está de plena actualidad y los personajes, perfectamente definidos, forman una historia cargada de tristeza, ternura, y, principalmente, entiendo que es una novela de lucha, de reconstruir y remendar un pasado que hubiera sido diferente si los hechos hubieran sido diferentes.
He leído en algún lugar que el tema le llegó a la autora al conocer noticias que han salido en los últimos años a la luz sobre bebés robados al nacer, niños dados por muertos y cuyas tumbas resultaron estar vacías. Bien podría haber sido el caso de cualquier mujer, dando a luz sin la compañía de su marido que, por circunstancias de la vida, no ha podido acompañarla,  confundida con una madre soltera, poniendo en marcha la maquinaria cambiaría el rumbo de sus vidas.

Clara Sánchez personaliza esas historias, hace que el lector se mimetice con Verónica, luchando por descubrir la verdad que ha consumido a su madre, como ha podido ocurrir durante años en aquellas familias para las que siempre quedó la sombra de la duda.
Es, en definitiva, una lectura muy recomendable.


No puedo terminar esta reseña sin mencionar a la autora, Clara Sánchez, con la que comparto lugar de nacimiento, Guadalajara, aunque pronto se trasladó a Valencia donde pasó su infancia. Acabó estableciéndose en Madrid, donde estudió Filología Hispánica. Ha publicado varias novelas (El palacio varado; Desde el mirador; El misterio de todos los días; Últimas noticias del paraíso,  con la que consiguió el Premio Alfaguara de Novela 2000; Un millón de luces; o Presentimientos) aunque fue Lo que esconde tu nombre la que la ha consolidado como una de las grandes escritoras contemporáneas al obtener el Premio Nadal de Novela 2010.

lunes, 19 de agosto de 2013

EL JURADO NÚMERO 10, de Reyes Calderón

Título: EL JURADO NÚMERO 10
Autora: Reyes Calderón
Editorial: Ediciones Martínez Roca
Páginas: 512
Premio Abogados de Novela 2013

Tengo que confesar que este libro me llamó la atención desde el primer momento. También tengo que reconocer mi predilección por los libros de temática jurídica aunque no es un género que predomine entre los autores españoles.
Su autora, Reyes Calderón, no es neófita en la narrativa jurídica ya que su saga, protagonizada por la jueza Lola MacHor (El expediente Canaima; Los crímenes del número primo; El último paciente del doctor Wilson; La venganza del asesino par) tuvieron buena acogida entre público y crítica.

Es El jurado número 10 su octava novela y la ganadora del Premio Abogados de Novela 2013. Es un libro ameno, divertido, entretenido donde destacan sus atípicos personajes alejados de los trajes, las corbatas o la gomina que lucen los protagonistas de tantas y tantas películas americanas de temática jurídica.
Efrén Porcina (socio y único abogado) y Salomé (socia y secretaria) fundan Romaní Asociados, un modesto despacho de abogados de provincias que trata de sobrevivir llevando pequeños casos hasta que, tras el accidente que sufre último novio de Salomé, se ven envueltos en un caso que les sobrepasa donde se mezclan las drogas de diseño, la corrupción a gran escala o el blanqueo de capitales.
El libro se divide en tres partes y éstas, a su vez, en capítulos cortos que facilitan su lectura. No resulta difícil meterse en su historia, acompañar a los personajes en sus primeras investigaciones en la casa del novio de Salomé (que fallece en el accidente), descubriendo que éste era un traficante y que guardaba en su casa una importante cantidad de pastillas de dinero y una no menos despreciable suma de dinero. Y esa es su perdición ya que se llevan ambos, el dinero y las pastillas, y ahí comienza su odisea.
También resulta fácil encariñarse con ellos, siguiendo sus esfuerzos por perder peso, en el caso de Efrén, o por cambiar su estilismo, en el caso de Salomé.
Y qué decir de la segunda parte en la que los personajes asisten a diario a un juicio que puede cambiar el rumbo de sus vidas. Acuden uno y otro día y nos transmiten con ese humor característico de la obra, el devenir del pleito.
La tercera parte, la más corta, da sentido a toda la novela y cierra los puntos que podrían quedar en el aire.
En definitiva, es una obra en apariencia sencilla pero bien narrada e hilvanada que engancha desde la primera página, con un protagonista bien definido que causa simpatía acompañado de un grupo de colaboradores que no desmerecen en absoluto.

Desde mi punto de vista, una novela totalmente recomendable.

miércoles, 14 de agosto de 2013

LA PROTECTORA

Hace una semana que el bebé llegó a casa en brazos de Mamá, mientras Papá portaba todos los enseres que habían llevado al hospital, así como los regalos recibidos por todos los que habían acudido a dar la bienvenida al nuevo miembro de la familia.
Desde que llegaron los observo actuar desde un rinconcito. Me gusta ver a Mamá mecer al pequeño, susurrándole una nana. Me gusta ver a Papá levantarse en mitad de la noche para calmar sus sueños.
Me siento un extraño en esta familia con la que habito desde hace tiempo. No reparan en mí, pero no quiero separarme de ellos. Adoro a ese pequeño al que anoche protegí de un mosquito que revoloteaba a su alrededor. Quisiera poder protegerlo así siempre.
Hoy Mamá me ha mirado con esos ojillos que solo ella sabe poner. Se ha marchado sin decir nada y al momento ha vuelto a acercarse pero una intensa niebla ha borrado todo y yo he caído en una especie de sopor y me he dejado llevar mientras escuchaba su voz en la lejanía.
-Cariño, he matado una araña en la habitación del bebé. Hay que poner mosquiteras en las ventanas para protegerlo.

Este texto ha sido presentado al III Certamen de relato corto...para mesilla de noche. En esta ocasión el tema del mes de Agosto es INSECTOS. El relato no debe contener más de 200 palabras.